martes, 15 de mayo de 2007

ESTUDIHAMBRE BIP!


Francisca Zárate


Han pasado casi tres meses desde que las vacaciones de verano terminaron, y los estudiantes retornaron a sus aulas, pero no en todo el país han tenido que esperar tanto para tomar una micro. Y mucho menos por un pase, aquel que se puede utilizar pero se debe esperar demasiado para que lo guardes en tu billetera, pero tu billetera no puede hacer esperar a nadie y sobre todo a los de la Junaeb, ya que ellos no se moverán de su escritorio para ayudarte, le importamos pero la tardanza en la entrega se debe a la irresponsabilidad de la AFT( asociación de flojos tramitadores), perdón pero creo que ese es el significado de esas siglas ¿o no? El tema de las siglas es lo de menos, lo tragicómico es las extensas filas de personas que esperan en Eliodoro Yánez antes de llegar a Salvador, por un producto que fue pagado antes de ingresar a clases. Pero da igual, todos cometemos errores, el peor fue creer que un sistema de transportes tan moderno podría funcionar en nuestro país, eso de cargar una tarjeta con plata y pasarla por un tablero amarillo que posee un fallado microchip, como el de aquellos que creyeron o creen que mejorara la calidad de vida de las personas, y piden que tengamos paciencia deben hacerse ver antes que llegue el invierno porque los consultorios estarán colapsados por el denominado virus sincicial.

Ya los profesores no creen que por causas del transporte público uno llegue tarde a sus clases, te comparan con algún compañero que llego a la hora, pero el “viejo” no cacha ni una. Aquellos que llegan más temprano a clases son los que más cerca viven de los establecimientos educacionales, o también son aquellos que la mamá los levanta temprano a desayunar y mientras estos comen, sus padres encienden el auto para calentar el motor. Este no es mi caso como tampoco el de muchos estudiantes provincianos, mi motor es la alarma de mi celular, la cuál me obliga a levantarme para meterme a la ducha y salir de mi casa sin haber podido tomarme un taza de té…me veo obligada a tomar el metro en horario punta y parecer un verdadero “pegaloco” (no se si se acuerdan de esos juguetes venían dentro de una caja de cereales y se pegaban en todos partes), pero ahora somos ciudadanos pegados unos con otros sintiendo olores repugnantes que en ocasiones nos hacen bajarnos antes del metro para no vomitar , pese a que la salida es toda una odisea en el horario punta es mejor que todos te empujen en vez de seguir perdiendo el oxigeno por la escasez de agua en los hogares de algunos usuarios. Debo reconocer que mi falta de tolerancia me llevó a perder $420. Soy estudiante y merezco pagar $130, pero sin el pase escolar no se podía por lo menos aquel día…

No todo es tan malo quizás nos cobraron algunos pasajes de adultos porque existía un problema de sistema. Pero las multas ya fueron cobradas, como también fueron cobrados los depósitos de aquellos “pingüinos” y universitarios que extraviaron su pase, para ello la módica suma de reposición era de $3.500 pesos de esta forma se renueva esa tarjeta de plástico Bip, y te entregan una provisoria la cuál debe ser devuelta, si esta se te pierde no te preocupes debes realizar una extensa fila de por lo menos una hora, para que luego en la entrada una tipa un poco histérica por los reclamos de los estudiantes, deba “mamarse” a otra que esta más eufórica porque la mandan de un lado para otro, porque el nivel de organización dentro de la Junaeb es tan desastroso como lo es el “transhantiago”.

Pero aquellos que recién lo están solicitando tendrán que apurarse porque la Junaeb dio un plazo hasta el 15 de mayo para recibir la documentación y sobre todo la plata. Mientras tanto yo esperaré que pase alguna micro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Puntos, comas. Fijarse en como hacer que el texto fluya y no te cansen los párrafos muy largos. Parece ser una columna de opinión, pero se desordena al introducir otros temas.